Menú

El gran fracaso de la búsqueda por voz

El gran fracaso de la búsqueda por voz

El gran fracaso de la búsqueda por voz 1920 1080 BIT

¿Cuántos de vosotros ha hecho una búsqueda por voz en el último mes? Seguramente a poco que lo penséis, habréis interactuado con un asistente de voz al menos una vez cada dos días como mínimo. Muchas de estas veces habrán sido para indicar un comando al teléfono y el resto para buscar algo en Google. Pues bien, la pregunta correcta que queremos abordar en esta entrada es ¿por qué no utilizamos más los asistentes de voz?

Según diferentes estudios, como el realizado por SNgular, de los 54.44 millones de usuarios móviles identificados en España, un 1% tienen instalada la app de Alexa (necesaria para configurar Amazon Echo) y el 3,12% la de Google Assistant. Por tanto, en España hay alrededor de 600.000 usuarios de Alexa a fecha de marzo del 2019 y 1.700.000 de Google Assistant. De estos datos han pasado dos años y, efectivamente, el crecimiento exponencial que se ha observado en este tiempo en los usos de compra de estos dispositivos auguran que puede haberse triplicado desde entonces.

Y es que la voz, tira y mucho, por múltiples razones, sobre todo la practicidad de poder estar haciendo otra cosa y la rapidez en el acceso al acceso a la información. Pero no olvidemos tampoco los usos que tiene la voz en materias como la accessibilidad:

 

Necesito las manos
Puedo usarlo mientras hago otras cosas como conducir o cocinar
Es más cómodo que escribir
Es más rápido que escribir
Es divertido
No me gusta

Fuente: Voicebot

 

Queda claro que nos atrae el hecho de poder lanzar órdenes a nuestros dispositivos y que estos nos hagan caso. Que llamen a cualquier contacto de nuestra agenda, que nos marquen la mejor ruta para llegar a un restaurante e incluso que nos busquen una tienda de zapatos a la que luego accederemos vía web para comprar en su e-commerce. En todos estos casos, lanzamos una orden, se ejecuta y como  no hay margen de error quedamos 100% satisfechos. Esto hace que poco a poco, lo hagamos más. Este tipo de interacciones van a crecer más del doble este año y la búsqueda por voz se acerca peligrosamente a la búsqueda tradicional en nuestros navegadores (algo que a Google, no le importa, al contrario y por algo será).

Sin embargo, en este modelo de éxito hay un gran agujero negro. Y es precisamente la corta duración de la interacción. Una orden, un resultado. Fin. El resto de acciones ya no pasan por la voz. Ahí se acaba su camino. La tendencia, ante el éxito, es pensar que es un modelo perfecto pero si lo miramos en términos de recurrencia es un auténtico desastre. Aquí la tasa de rebote se dispara y como indicativo válido para cualquier departamento de marketing, Lo que puede parecer un éxito es en realidad un fracaso absoluto. Todos despedidos.

Recurrencia

Ahí es donde radica la fuerza y el poder de las aplicaciones de voz (Action para Google y Skill para Amazon). A diferencia de una búsqueda simple, en una appvoice lo que se pretende y se prima es la interacción; es ofrecerle al usuario información útil, de interés, que le lleve de un contenido a otro hasta la conversión final. Esta es la gran diferencia entre la búsqueda y la experiencia de voz.

Cuando cualquiera de nosotros accede a una aplicación de voz entiende a la perfección que se encuentra dentro de un ecosistema nuevo, una web no lineal, en la que todo el contenido está al alcance de sus órdenes. Al principio le resultará un medio extraño pero rápidamente aprenderá a interactuar, a encontrar la información como si con otro individuo hablase. Y ahí, en este punto, la recurrencia de la interacción marcará el buen devenir de la experiencia. Se conseguirá un mayor uso de los asistentes de voz; la búsqueda por voz (esa que a Google no le importa que crezca a marchas forzadas) ya no indexará resultados web, sino que ofrecerá actions al usuario para que navegue hablando normalmente.

En este momento, las búsquedas por voz sí habrán triunfado.

 

 

Dejar una Respuesta


    Back to top